Si, así es, si algo odio en esta vida es eso que se auto incluyo como un genero musical, la mierda del reggaeton, no hay nada mas insípido monótono y aburrido que el reggaeton, pero lo que mas odio es que en Venezuela es casi lo único que se escucha, día y noche, en la calle o en tu propia casa, en fiestas, reuniones, celebraciones y hasta campañas políticas ¡SI! campañas políticas, porque no hay nada mas alegre que escuchar un tema de reggaeton que alabe al sujeto que trajo todo tipo de calamidades al país, lo oyes hasta dormido, yo diría que si no fuera por la delincuencia tan alta, la inflación de mas de 20%, el desabastecimiento de los alimentos, la deuda externa creciente, el deterioro de la infraestructura publica, la enorme corrupción el burocratismo, la falta de producción nacional, la desaparición creciente de empresas, el desempleo, el totalitarismo, el fanatismo chavista, la fuga de talentos a causa de un gobierno inestable e inútil, el mayor problema del país seria el reggaeton.
Hace unos días durante el mes de diciembre, específicamente el ultimo día de clases en la universidad antes de las amadas vacaciones decembrinas, me disponía a realizar un ritual anual el cual es una tradición en la UNET y para mi un homenaje a la navidad, fecha que me gusta tanto, ¡el día de la hallaca en el comedor universitario!, una vez al año, el ultimo día antes de salir en diciembre en el comedor se preparan toneladas de este exquisito manjar, hallacas con pan , queso amarillo, jamón ahumado y por supuesto esa deliciosa ensalada navideña que ni idea de como se llama, generalmente espero este día con ansias ya que mi madre que es quien prepara tan gustoso alimento espera hasta el día 22 o 23 de diciembre, por lo que mi primera hallaca del año suele ser la otorgada por la universidad, este año no iba a dejar pasar por alto esta fecha, sin embargo ocurrió un pequeño altercado, porque como saben en la vida las cosas solo pueden ir mal cuando tu mas necesitas que vallan bien.
Esto es una hallaca, varían de acuerdo al lugar, pero casi todas se ven así |
Mi papa fue quien me llevo a la universidad, ya que era un día especial (había un evento que no recuerdo cual era) tuvo que dejarme a una considerable distancia del recinto universitario, yo diría unos ¡tres jodidos kilómetros!, en fin, no me molesta caminar es solo que cuando me disponía a dar le primer paso me ocurrió la tragedia, me dieron unas ganas horribles y mórbidas de ir al baño, mi estomago e intestinos no tenían otro momento para joderme la vida sino cuando me encontraba en medio de una jodida zona de estadios donde no había un solo podrido baño publico abierto en al menos 3 kilometros a la redonda, lo peor, era mas de la una de la tarde y el comedor cierra a las dos y media, si quería comer la hallaca que tanto deseaba tenia que darme prisa, no podía detenerme por nada, ni siquiera por esa férrea batalla que se desataba en mi interior, decidí dirigirme a la unet lo mas rápido posible, sin correr obviamente a menos que quisiera llegar a acompañado a la universidad.
¡Ahh! la tortura, cada maldito paso que daba era mas doloroso que el anterior, se que todos han pasado por esto así que como sabrán esos dolores estomacales tienen sus momentos de elevación y sus momentos de calma, lo de calma los adoraba pero lo de elevación solo me provocaban un sudor frió y un sentimiento de arrepentimiento, ¿por que no fui antes al baño? era lo único que pasaba por mi cabeza, mire hacia atrás, ya había recorrido la mitad del camino, me encontraba justo en medio de un complejo deportivo, a mi derecha se encontraba el estadio de pueblo nuevo de San Cristóbal y a mi izquierda la plaza de toros, mas adelante tendría que rodear el estadio de baseball y frente a el se encontraba la universidad, sin embargo el comedor queda algo lejos de la entrada así que mi viaje no acabaría solo con pisar el territorio universitario. Al pasar por un liceo deportivo que se encuentra frente a la plaza de toros y en medio del estadio de fútbol y el de baseball, vi a unos mocosos de unos 15 años que si soy sincero, quería golpear, ¿por que? porque los muy desgraciados sonreían alegremente, no sabían lo que es el sufrimiento, lo que es la verdadera penuria de querer ir al baño y no poder hacerlo, bastardos...
Al fin logre llegar a la universidad, eran mas o menos las dos y media de la tarde y por supuesto al llegar la realidad me golpeo de nuevo, generalmente a esa hora ya no hay gente en el comedor, pero ese día en el cual yo me encontraba débil y malherido no podía ser como generalmente es, tenia que estar repleto, con una cola de espera de al menos 100 metros, mi estomago apretaba mas y mas, me gritaba -date prisa huevon- aunque la fila circulaba relativamente rápido esos minutos de espera eran una tortura, después de al menos 15 minutos logre entrar. El comedor de la unet es un bufet, tomas tu bandeja, tus cubiertos, el plato y pasas por donde se encuentran las señoras encargadas de servir el alimento, ellas amablemente te servirán lo que tu "elijas" aunque realmente no hay nada para elegir, lo máximo que puedes hacer es rechazar, yo tome mi bandeja, mi plato, mis cubiertos y camine un poco, pero de repente la fila de detuvo, mire a los lados a ver si encontraba la razón de un acto tan malévolo e inmediatamente descubrí que Dios no existe, se habían acabado las hallacas, al menos las calientes, tendríamos que esperar unos 15 minutos a la siguiente ronda, como podrán imaginar, en mi interior, específicamente en mi mente yo arrojaba toda clase de insultos, escarnios, ofensas a todas las deidades que por mi cabeza pasaban, seguro que existen los malparidos y me estaban castigando por ser ateo, mi estomago ya no aguantaba mas, y lo digo en serio, ya sentía que el amiguito deseaba salir, estaba inflamado después de soportar tanta tortura, por fin luego de maldecir toda existencia llegaron las hallacas, ya me encontraba cerca pero como imaginaran, no podía tomar mi alimento tranquilamente, por supuesto que no, tenia que aparecer la sifrinita de turno, acompañada de su eterna amiga que la sigue hasta para cagar, un par de cabezas huecas que sabiendo era mi turno decidieron omitir esa "formalidad" (muy a lo Nicolas Maduro) y pasar primero, ambas, las muy perras y ni siquiera lo hicieron rápido, se tomaron su tiempo, si fuera gay las hubiera cacheteado ahí mismo.
Prospecto de sifrina |
Una vez me hice con el alimento, me senté en la primera mesa que vi desocupada, trate de alejarme lo mas que pudiera de un par de cornetas y bajos montados especialmente para ese día destinadas a alegrarle la vida a los estudiantes mientras almorzaban, por supuesto si han ido a una fiesta o un concierto sabrán que el sonido del bajo produce un retumbe que se siente por todo tu cuerpo, especialmente en tu estomago, lo cual no es precisamente algo bueno si te encuentras en una situación como la mía, aunque había esperado por este plato una eternidad, la realidad era que no podía degustarlo como deseaba, la situación era critica, tuve que lastimosamente devorar todo a una velocidad mas allá de la imaginación solo abran la mente e imaginen a un político retirando dinero de un banco, una cosa así, primero acabe con esa malsana hallaca , luego arrase con ese pequeña y pálida hogaza de pan, para culminar con el par de rebanadas de jamón ahumado, ¡si perra, duro! me bebí mi chocolate, cosa de la que me arrepentiría mas tarde, chocolate y diarrea no se mezclan, apenas termine de comer salí lo mas rápido posible de ese infierno de lugar, volví a tener ese sentimiento al caminar, pero esta vez algo me aliviaba, el hecho que dentro de poco me encontraría en mi casa, cagando con felicidad, se preguntaran por que no fui a los baños de la universidad, la respuesta es muy simple, no tenia papel, ¿con que me iba a limpiar? mi vida no es una película gringa, no usaría mi ropa para tal fin, logre llegar a la parada de autobús y tuve el único momento de suerte en todo el día solo tardo unos 5 minutos en llegar, nada mal comparado con lo que había tenido que sufrir, aborde el colectivo, pague mi cuota, me senté tranquilamente, y ahí fue cuando todo se vino abajo, yo con mi estomago en sus ultimas, débil, alimentado pero sin energías, paso lo que tenia que pasar, porque como sabrán, este no era mi día, el chófer puso reggaeton, y a todo volumen...
Algo así es una cena navideña, aunque esta se ve simple para mi gusto |
Les voy a decir que en ese punto yo era como un paciente de cáncer que se había resignado a su destino, y no lo digo por burlarme ni nada, realmente ya no me producía ningún sentimiento esta situación, mire por la ventanilla y pensé que ya no importaba nada, a medida que me acercaba a mi casa, la música si es que a eso se le puede llamar como tal, variaba de una mas monótona a otra, no me molestan las letras vulgares o groseras, hasta me dan risa, pero lo que no soporto de ese genero es su apatía, su falta de ritmo, que no me provoque ningún sentimiento mas allá del asco, no comprendo como hay gente que disfruta de eso, bueno supongo que si hay gente que piensa que Chavez es un buen gobernante este tipo de gente no es tan extraña. Si creían que mi viaje acabaría con un Ronald cagado en medio de un autobus se equivocan, antes que dibujante y arquitecto soy un guerrero, (fui un assassin en rappelz) aguante todo, y logre llegar a mi casa, la cual por suerte se encontraba sola y cuyo baño obviamente estaba desocupado... que día mas mierda y todo por una maldita hallaca.
Escrito por: Ronald Salinas
No hay comentarios:
Publicar un comentario